miércoles, 24 de mayo de 2017

La situación geográfica de la Sierra de las Nieves y su clima


El Parque Natural de la Sierra de las Nieves se localiza en la parte oeste de la provincia de Málaga, encuadrado dentro de la comarca denominada Serranía de Ronda, en el extremo más occidental de las Cordilleras Béticas.
Estas sierras están atravesadas por una serie de arroyos que confluyen en los ríos Horcajos, del Burgo, Verde y Grande, entre otros.

En cuanto al Parque Natural, está distribuido entre los términos municipales de Ronda, Yunquera, Tolox, Monda, Istán y Parauta. Altitudinalmente, queda comprendido entre los 300 m de las partes más bajas y los 1.919 metros del pico Torrecilla. Hacia el este limita con el Cerro del Hinojar y el Valle del Guadalhorce; al norte con las sierras Prieta, Alcaparaín, de los Merinos y de Cuevas del Becerro; al oeste con la Meseta de Ronda y Sierra del Oreganal y al sur con las sierras de las Apretaderas, Real y Palmitera.

Toda la Reserva se encuentra claramente en zona de clima mediterráneo, por lo que las características fundamentales de este tipo de clima se manifiestan en todo el territorio.
El ciclo anual comienza con un otoño templado, donde a medida que avanza la estación, las precipitaciones se hacen frecuentes. Ya en diciembre, con la entrada del invierno, llegan los meses más fríos, enero y febrero, que junto con marzo, también suelen ser los más lluviosos, y por ello, donde se presentan las nevadas. A partir de entonces, con la llegada de la primavera las temperaturas suben e igualmente se van haciendo menos frecuentes y abundantes las lluvias.


Entre la Serranía de Ronda y el Mediterráneo, la Sierra de las Nieves es un enclave con ecosistemas de bosque, con un alto nivel de pluviosidad, lo que unido a la influencia marina, la convierte en una zona muy especial para la pervivencia de especies tan exclusivas como el Pinsapo (Abies pinsapo) que junto con la Sierra de Grazalema son de los pocos espacios donde se conserva en forma de bosques. El clima mediterráneo favorece la presencia de encinas, olivos, acebuches, romeros y ecosistemas donde existe un alto nivel de avifauna y de mamíferos, jinetas, jabalíes, cabras montesas, zorros. 
Se encuentra rodeada de pequeños pueblos, núcleos de población que utilizan la sierra como elemento de desarrollo turístico.
                                       
                                       

Climogramas
Climograma de Málaga  
 
Climograma de Yunquera 

Adaptación de las plantas al clima mediterráneo

- Las plantas reducen su actividad en la época desfavorable (verano).
- Pasan el verano en forma de semillas.
- Presentan hojas pequeñas para perder menos agua por transpiración.
- Presencia de pelos en las hojas para dificultar la transpiración.
- Presencia de ceras en las hojas para impermeabilizarlas.
- El cojín de monja. La forma esférica que han adoptado estas plantas les permite mantener la temperatura y un micro-clima interior más fresco que el que han de resistir sus partes mas expuestas al sol. También suelen reducir las hojas y en ocasiones presentan espinas como defensa frente a los herbívoros.
- Los vegetales esclerófilos tiene las hojas duras y verdes durante todo el año. La dureza permite que los estomas puedan abrirse y cerrarse sin que se rompan los tejidos que lo forman. De esta manera se controla la transpiración según la humedad y la temperatura ambiental, evitando así la perdida de agua.

El clima mediterráneo  

Está enmarcado en los climas templados junto a otros como el chino, el pampeano o el oceánico. Se caracteriza por inviernos templados y lluviosos y veranos secos y calurosos, con otoños y primaveras variables, tanto en temperaturas como en precipitaciones.

La sequía estival


Un país debe organizar el conjunto de sus actividades de acuerdo con los recursos que tiene. El nivel de vida de sus habitantes se puede aumentar si se hace una administración racional de los recursos disponibles o puede disminuir si se realiza un despilfarro o mala administración de aquéllos. La precipitación procedente de las nubes (lluvia, llovizna, nieve... ) es la que riega los suelos proporcionando el tempero necesario para la germinación de semillas y el crecimiento de plantas. Es también la que recarga la fuente de los ríos en su zona de cabecera y refuerza el caudal que luego se represa en pantanos y embalses. Por último, el agua procedente de las nubes recarga los acuíferos subterráneos y las capas freáticas que alimentan pozos y manantiales. Hay años generosos en lluvias, con excelentes cosechas, pero también existen períodos de sequía y atroz evaporación, que se refleja en condiciones de penuria. El conocer los valores climatológicos medios de la precipitación en las diversas regiones ayuda mucho a la planificación y el gasto posible de agua: embalses de abastecimiento a poblaciones, pantanos de regadío, energía hidroeléctrica, etc. Si el hombre rebasa el gasto de agua por encima de las condiciones naturales medias, extendiendo sus demandas y necesidades más allá de los intervalos de riesgo, puede sufrir el veto del clima, creando para sí mismo una sequía provocada.


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